El ojo seco es un síndrome causado por la falta crónica de lubricación sobre la superficie del ojo. Es muy común y una reciente encuesta realizada en Estados Unidos reveló que cerca de la mitad de los estadounidenses experimenta algún síntoma de ojo seco. En Colombia no se tienen datos exactos, pero se estima que la cifra tiende a aumentar con el pasar de tiempo.
Entre los síntomas de ojo seco se encuentran: ardor, picazón, ojo rojo, dolor y/o pesadez, sensación de tener un cuerpo extraño (como arena), visión borrosa y sensibilidad a la luz.
La lágrima tiene 3 componentes los cuales son el oleoso, acuoso y mucoso. Cada uno tiene una función fundamental y al presentarse algún problema con uno de ellos puede tener como consecuencia una lágrima inestable y ojo seco.
Las causas principales de este síndrome son: disminución de secreción por la edad, factores ambientales (aire acondicionado, polución, viento), cambios hormonales (menopausia, embarazo), lentes de contacto, lectura prolongada y uso de pantallas que emiten luz LED (por disminución del parpadeo) y algunas enfermedades sistémicas.
Cuando no se puede tratar directamente lo que origina el ojo seco, se pueden utilizar lágrimas artificiales o ungüentos lubricantes que ayuden a controlar los síntomas.